Horóscopo Diario Gratis

El soñador y sanador de la familia del horóscopo, la energía de Piscis despierta la compasión, la imaginación y el arte, disolviendo los límites que nos dividen.

De qué trata el signo zodiacal de Piscis:

Piscis es el último signo del zodiaco, que comienza su ciclo al final del invierno durante la estación de Piscis, que cae alrededor del 19 de febrero al 20 de marzo. Tanto si tienes colocaciones planetarias de Piscis en tu carta como si no (averígualo haciendo una carta gratuita aquí) es importante entender la energía de este signo, ya que varios planetas viajan (o «transitan») por Piscis durante todo el año, activando la energía acuática de este signo para todos, independientemente de tu signo solar.

• Símbolo: El Pez
• Elemento: Agua
• Cualidad: Mutable
• Planeta regente: Neptuno – el planeta de la fantasía
• Parte del cuerpo: Pies
• Buen día: Romántico, servicial, sabio, reconfortante, imaginativo
• Día malo: Ingenuo, autocompasivo, alejado de la realidad, autodestructivo, pegajoso
• Cosas favoritas: Bailar, encuentros románticos, reír y llorar, paseos por la playa, largas cartas poéticas
• Lo que odia: La realidad, tirar el árbol de Navidad, los sargentos de instrucción, la luz del día, el mal diseño y la música ruidosa
• Deseo secreto: Encontrar el amor incondicional
• Cómo detectarlos: Ojos grandes y soñadores, voz tranquilizadora, aspecto glamuroso de «pantalla de plata»
• Dónde los encontrarás: imprimiendo fotos en el cuarto oscuro, observando a la gente en las sombras de un club subterráneo, cogidos de la mano bajo la mesa en un restaurante romántico con vistas a la puesta de sol
• Palabras clave: Sueños, Fantasía, Curación, Compasión, Karma, Misterio

Piscis: El pez

Regido por el encantador y escurridizo Pez, Piscis es el signo de las ilusiones, que entra y sale de las sombras. ¿Es real… o sólo un espejismo? La prestidigitación celestial es el fuerte de Piscis. Al igual que una sirena, la energía de Piscis te atrae a sus profundidades, pero también puede dejarte ahogado en el océano de las emociones.

El compasivo Piscis es empático y absorbe y refleja los sentimientos de todas las personas con las que entra en contacto. Es el «alma vieja» del zodiaco: Como último signo, se dice que Piscis ha experimentado la energía de todos los demás signos anteriores. La energía de Piscis es muy profunda y no se limita a rozar la superficie. De hecho, este signo rige el subconsciente y gobierna nuestros sueños, imaginaciones y heridas no curadas. La esencia de la energía de Piscis es romántica, servicial, sabia, reconfortante y artística.

La energía negativa de Piscis puede ser crédula, autocompasiva, alejada de la realidad, adictiva, autodestructiva, pegajosa y masoquista. Durante un tránsito planetario de Piscis, debemos establecer límites y evitar hacernos los mártires, la codependencia y rescatar a las almas con problemas.

Elemento de Piscis: Agua

Piscis es uno de los tres signos del zodiaco regidos por el elemento agua. Los otros dos signos de agua son Cáncer y Escorpio. Dado que Piscis es el tercer y último signo de agua, arrastra las olas sentimentales de Cáncer y los chorros de fuerza de Escorpio hacia el último océano de emociones. Con la energía de Piscis activada, espera sumergirte en lo más profundo.

La energía de Piscis despierta nuestra compasión, abriendo nuestros corazones a las personas que tienen dificultades. Bajo un ciclo planetario de Piscis, podemos esperar llevar el corazón en la manga y sentirnos intuitivamente conectados con quienes nos rodean, seamos o no conscientes de esa energía. También podemos expresarnos emocionalmente a través de canales creativos: la música, el cine, las artes visuales y la danza se rigen bajo el dominio del Pez.

Planeta regente de Piscis: Neptuno

El regente planetario de Piscis es Neptuno. Los antiguos romanos alababan y glorificaban a Neptuno como el todopoderoso Dios del Mar. Cuando Júpiter y Plutón (o Zeus y Hades, como se les llama en la mitología griega) se encontraron con Neptuno, dividieron los tres reinos principales del Universo -la tierra, el mar y el inframundo- entre ellos. Neptuno era temido por su temperamento furioso, que podía incitar terremotos en tierra y tormentas intensas para los que estaban en el mar.

Piscis: Un signo mutable

Los signos del zodiaco se agrupan en tres «cualidades» o «triplicidades»: signos cardinales, mutables y fijos. Piscis es uno de los cuatro signos mutables. Estos signos terminan cada estación y han aprendido las duras lecciones que les enseñan la primavera, el verano, el otoño y el invierno. Los signos mutables -Géminis, Virgo, Sagitario y Piscis- saben que todo lo bueno llega a su fin, y su papel es preparar a todos para el cambio de estación.

Los signos mutables son los adaptadores del zodiaco, un poco más viejos y sabios. Más flexibles y cómodos con el cambio que otros signos, pueden «camaleonearse» para encajar en una variedad de situaciones. Los Mutables son también los editores del zodíaco, los que completan el paquete con un toque ganador. Un signo cardinal puede dar vida a un plan, un signo fijo puede construirlo y un signo mutable puede perfeccionarlo con su ojo crítico.

La gente de Piscis: Cómo son

Las personas de Piscis son sensibles e intuitivas, y pueden verse fácilmente sobrecargadas por las multitudes o los entornos demasiado estimulantes. A menudo, es difícil localizar a estas personas, ya que les gusta nadar hasta un lugar donde puedan experimentar un tiempo de inactividad y R + R meditativo. Los Piscis pueden ganarse la reputación de ser escasos debido a la forma en que entran y salen de su vida.

Cuando salen a la superficie, los Piscis hacen amigos encantadores y mágicos, especialmente porque ven la vida a través de gafas de color rosa. Estas personas llenas de fantasía necesitan mantener al menos una aleta en tierra firme. En sus mejores momentos, los Piscis son atentos e inspiradores.

Puedes encontrar a Piscis componiendo artísticamente una foto, escuchando música o meditaciones guiadas en sus guaridas zen, observando a la gente en las sombras de un club subterráneo o cogidos de la mano bajo la mesa en un restaurante romántico con vistas a la puesta de sol.